La cuestión es que son mucho más prácticas. Primero porque ofrecen diferentes tamaños, ya no sólo se puede optar por escribir en horizontal sobre una pizarra colgada que ocupa tooooooda una pared. Ahora también puedes tener tu pizarra situada en el lateral de una sala, sobre unas prácticas patitas y en la posición que desees (generalmente, en vertical es más práctico a la hora de usarla como apoyo de clases, charlas o presentaciones) De modo que: ¡primer punto para las pizarras blancas!
Otra ventaja añadida que hemos encontrado es que ¡no se te volverá a romper la tiza nunca! al margen de que a muchos de nosotros nos de cierta dentera escribir con tiza (Eso ya son cuestiones personales y como tal bastante subjetivas) debemos reconocer que nunca la encontrábamos donde la dejamos, se nos rompía la mayoría de veces e incluso usando el famoso porta tizas (tubito de plástico donde se meten las tizas) son un poco incordio ¡De nuevo ganan un punto las pizarras blancas!
Y el punto de partido se lo lleva el hecho de que son mucho más limpias. Un
rotulador no suelta todo el polvo que suelta una tiza y la pizarra blanca, con
un trapo húmedo, queda reluciente, mientras que las pizarras de siempre, había
momentos en que la tiza no se iba nunca. El borrador llegaba a ensuciar mucho
más de que lo limpiaba. Además, seguro que a ti también te castigaban a limpiar
la pizarra cuando ibas al cole y hacías alguna trastada ¿no? Después de clase
a más de uno nos ha tocado sacudir esos dichosos borradores en los que la tiza era perenne.
Con las pizarras blancas todo esto formará parte del pasado :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario